(por: Willicha)
Una vez más el Estado planifica estrategias para combatir el terrorismo y narcotráfico aduciendo que desea separar a la población de la zona VRAE de los grupos subversivos que operan en dicha región; ¿No sería mejor como estrategia separar a estos elementos delincuenciales terroristas o narcotraficantes de la población?
Se anuncia la reactivación de los comités de autodefensas (rondas campesinas) sin tomar en consideración la aprobación y consentimiento de esto grupos comunales organizados, no se debería en primer lugar hacer una consulta previa con la finalidad de evaluar el nivel de consentimiento libre y previo de estas organizaciones comunales en la estrategia militar y de gobierno; en consecuencia se estaría utilizando una vez más a las comunidades originarias campesinas a ser parte de un conflicto que es consecuencia de la ineficacia y abandono por parte de los gobiernos de los últimos 30 años.
Rosource by: http://www.justiciaviva.org.pe/comision/fotocvr1.htm
Como analogía el gobierno de los Estados
Unidos y USA ARMY invita a los inmigrantes e indocumentados latinos a ser parte
de una guerra que no es suya en el medio oriente como las de Irak, a cambio de
una nacionalidad o simplemente por dinero. La historia subversiva y políticas
de gobiernos en nuestro País con
respecto a los pueblos indígenas
originarios campesinos andinos con sus instituciones sociales, rondas
campesinas, comité de autodefensa, frentes de lucha, comités de defensa, autoridades comunales, han sido retribuidos
con exclusión, olvido, discriminación, vulneración constante en contra de sus
derechos colectivos como pueblos indígenas y derechos culturales. Ni que decir
con las políticas públicas de desarrollo económico, por citar solo una en
Cajamarca CASO CONGA el pueblo campesino y sus rondas campesinas o comités de
autodefensa en varias oportunidades son tildadas de prestar apoyo a la
organización comunal con respecto a sus protestas cuando se ven vulnerados en
sus derechos territoriales o derechos sobre sus recursos naturales.
Rosource by: http://www.elregionalcajamarca.com/2012/03/page/7/
¿Qué deberíamos hacer los pueblos indígenas originarios frente a esta situación e inclusión en tema VRAE?
Será que el plan de gobierno de turno se tomó
muy en serio el tema de la inclusión social. Poniendo nuevamente como actores a
los comités de autodefensa en la guerra
contra el narcoterrorismo se presenta una magnífica oportunidad para que
estos grupos comunales organizados puedan entablar un diálogo inicial con el
Estado con la finalidad de negociar sus derechos especiales reconocidos por el
derecho internacional de los pueblos indígenas originarios. Debiéndose poner sobre la mesa de negociación previa a
la aceptación de participación del pueblo campesino temas de sumo interés
jurídico social tales como el derecho de autonomía, derechos de libre determinación
de los pueblos, derecho a veto, la administración de justicia propia, el
respeto y competencia a las autoridades comunales y nativas, la creación de
territorios, resguardos – reservaciones indígenas originarias en las zonas andinas
(diferente a la definición en la ley 28736 sobre “reserva indígena” el cual está enfocado solo a pueblos en
aislamiento y en contacto inicial) entre
otros temas de suma importancia para
preservar y asegurar la existencia de estas comunidades andinas con características
históricas y rasgos culturales diferentes a las mayorías como lo estipula la
normativa internacional.
Es importante mencionar que los comités de autodefensa deben de realizar funciones propias dirigidas por los propios comuneros y sus autoridades comunales el cual tiene como fin proteger su estructura social interna, no debiendo ser manipulada por los Ministerios de Defensa e Interior; estos por tener una composición política, ni mucho menos ser subordinada por las FF AA y FF PP debido a que estas tienen una naturaleza institucional castrense totalmente ajenas a la composición o estructura de los comité de autodefensa conllevando al enfrentamiento del pueblo en contra de sus hermanos de sangre (andinos o amazónicos son pueblos indígenas u originarios) que han optado erradamente por el mal camino gracias a la ausencia y anuencia del Estado. Existen experiencias positivas de la lucha contra las FARC y narcotráfico afrontado por los propios pueblos y autoridades indígenas de Colombia, los cuales tienen autonomía cultural sobre sus territorios ancestrales legalmente reconocidos por el estado colombiano.
El párrafo anterior pretende hacer tomar conciencia principalmente a la sociedad en general y hacer responsables directos a las autoridades políticas y militares que no se puede ni se debe hacer actores coyunturales en situaciones y conflictos cuando a un gobierno le parece pertinente. Los pueblos campesinos originarios de la zona del VRAE y en toda la región Andina tenemos derechos no solo en situaciones de conflictos internos, estado de sitio o emergencia, o cuando al gobierno le parece pertinente, los pueblos campesinos tenemos derechos especiales que deben de ser tomados en cuenta a perpetuidad y permanentemente en el tiempo en situaciones de paz y especialmente en programas de desarrollo económico muchos de los cuales son un desacierto con respecto al desarrollo con pertinencia cultural de los propios pueblos.
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