jueves, 10 de agosto de 2017

Nuestra Realidad es Verdad

Nuestra realidad es verdad ¿Cual es la verdad???
By: Wilfredo Chau
w.chau@iricas.org


Siempre es agradable y más interesante aun promover los diálogos interculturales, como ejercicio de nuestros derechos fundamentales a la libertad de opinión con el objetivo de compartir y expresar el libre pensamiento; más aun si hay un trasfondo étnico y contenido cultural.

Una vez más como le llamo: “en territorio neutral” por su ubicación, a un poco más de una hora de la gran Medellín, en el marco de actividades propias de los 36º Juegos Recreativos Tradicionales de la Calle, contando con la presencia y participación de cuatro pueblos indígenas en las actividades paralelas como el IV Encuentro de la Asociación Panamericana de Juegos y Deportes Autóctonos Tradicionales. Sentados con un hermano mayor, hijo orgulloso del Pueblo Originario Pemón, custodio del idioma ancestral Tauperana; artista juguetero; hijo de mujer indígena de gran energía, de nombre originario Kia-barú, que en su idioma originario significa "fuerza de la naturaleza", juntos fuimos construyendo ideas de opinión en cinco días diálogos étnicos  interculturales sobre cultura, sociedad y derechos.

En tiempo de diálogo profundizamos sobre temas de derechos los cuales fueron intensos, partiendo desde epistemologías ancestrales, la diversidad étnica cultural, construcción de paradigmas egocéntricos hasta llegar al umbral de la gran historia denominada revolución moderna. Toda esta fuente fue suficiente insumo para redactar el presente escrito en relación al derecho de la forma de pensar con libertad, mejor dicho, el derecho que tiene una persona de construir su opinión sobre alguna coyuntura social en determinado espacio geográfico considerando los insumos mediáticos y medios masivos de comunicación en manos de las grandes corporaciones internacionales. Para esto, evaluamos brevemente la función de los medios de comunicación en la sociedad, su influencia e implicara en los procesos sociales, los objetivos políticos específicos, y sus agendas ocultas, todos estos identificados como engranajes de un gran aparato manipulador político de opinión. Por otro lado, el análisis del perfil de opinión que va siendo moldeado por agentes ajenos a los integrantes miembros de una sociedad, para finalmente crear una opinión muchas veces ajena a voluntad del mismo ciudadano. Lo más preocupante es identificar el esquema de trabajo de estos operadores y productores de noticias ya que muchas veces terminan polarizando a los grupos más vulnerables de la sociedad como lo son: rurales, campesinos, pobres, indígenas, originarios, negros, raizales, garífunas, entre otros más, los cuales muchas veces no cuentan con acceso a diversificación de fuentes de información.
Source: https://carletonjhr.com/2016/10/02/canadian-and-u-s-indigenous-groups-form-coalition-to-stop-oil-pipelines/
La preocupación: ¿Existen mecanismos legales de protección para estos grupos vulnerables receptores de manipulada información? Vulnerando el derecho a construir su propia verdad. ¿Tienen derechos los grupos vulnerables para que los protejan como consumidores finales y receptores de información? ¿Existen leyes que prohíban perturbar la libertad de crear una propia opinión de voluntad?

En pocas líneas es imposible revelar una solución social o solución legal frente a estas preocupaciones debido a que existen políticas públicas con candados legales a favor de intereses de grupos de poder económico y político. La intensión de este artículo es simple, promover el análisis, la reflexión sobre una realidad social territorial que se pretende “invisible” gracias a la concentración y manipulación de medios de comunicación en calidad de seducción de las mentes e inducción de la forma cómo se debe de pensar y razonar colectivamente frente a un hecho de vulneración de derechos, afectados principalmente los grupos sociales vulnerables identificados en nuestro diálogo.

La sociedad global cuenta con leyes que pretenden regular los medios de comunicación a nivel internacional como la Declaración sobre los Principios Fundamentales relativos a la Contribución de los Medios de Comunicación de Masas al Fortalecimiento de la Paz y la Comprensión Internacional, a la Promoción de los Derechos Humanos y a la Lucha contra el Racismo, el Apartheid y la Incitación a la Guerra (1978); además de otras normativas de rango regional. Frente a esto hemos escuchado más de una vez: cadenas de noticias, concentración de medios, grupos de comunicación social, cadenas internacionales de noticias, agencias internacionales de noticias, etc. que la praxis son ajenos a la normativa internacional como es el caso de la Declaración mencionada, claro está que estos monstruos de la comunicación están en manos de los grupos económicos, equipos o partidos políticos, grupos hegemónicos que desde mi humilde punto de vista vulneran principios fundamentales, derechos, libertades de las persona y de los pueblos vulnerables, perturbándoles a construir una verdad “su verdad libre” alejada de esta inducción mediática que muchas veces dan fe sobre algo que no es real o concordante con la realidad social cultural. Entonces, identificamos la brecha entre “la verdad” versus “la realidad”; siendo de base ulterior "lo real”. Cuando hablamos de “real” debemos de aceptar la gran geografía en determinado espacio continental o intercontinental; pero esto es insuficiente, porque cuando hablamos de realidades si deseamos ser cualitativos debemos de considerar la gran diversidad étnica cultural.

Debemos ser conscientes que no existe una sola verdad, por el contrario existen varias verdades sobre algo específico, porque existen muchas realidades étnicas y culturales. A todo esto en mención, si consideramos otros elementos fundantes como: las cosmovisiones, las simbologías, las cosmogonías, las filosofías, las espiritualidades, las iconográficas y otros más, esa verdad es mucha más compleja gracias a diversidad de realidades.
Source: http://www.elexpres.com/2015/nota.php?story_id=134127

Para ir terminando, cada persona tiene el derecho libre a construir su verdad para compartir su opinión y libre pensamiento. Pero en la práctica social, esto no se da, porque los emisores y productores de comunicación tienen una sola consigna: la protección de los intereses políticos y económicos de los grupos de poder que los patrocinan. Alguna manera de contrarrestar esto, sería romper desde la esfera jurídica con la producción de normas transversales interculturales que enriquecería de buena fe las políticas públicas, de esta manera se promueve los derechos fundamentales de todas las minorías sociales y minorías étnicas, pero más ayudaría autenticar nuestra realidad de acuerdo a nuestra identidad y origen étnico para poder construir una “verdad real”.

Las realidades nacionales e internacionales, las realidades de ciudades a diferencia de las realidades comunales están siendo manipuladas por estos grupos de comunicación hegemónicos que concentran, catalogan, procesan la producción de información y noticias sembrando diferencias, tendencias controversiales, con un objetivo cruel de polarizar a hermanos entre hermanos de una misma comunidad o pueblo, a nivel macro polarizando a nacionales versus connacionales, extranjeros con otros extranjeros. En otras palabras estamos siendo dirigidos sicológicamente de cómo debemos de pensar a manos de quienes pretenden seguir ostentando el poder político.
Source by: http://slideplayer.com/slide/8721933/
Todos tenemos el derecho de tener nuestra propiedad verdad, de acuerdo a nuestra propia realidad, no se debe permitir distorsionar esa realidad por los medios de comunicación, para esto debemos de tener presente la Declaración sobre los Derechos de la Comunicación que contempla importantes principios considerando la condición de ser humano como tal, en otras palabras desde mi concepción la diversidad étnica cultural de la humanidad.