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Es tan emocionante el poder ser partícipe de un festival de cine y video de pueblos indígenas o conocido también como muestra de cine y video indígena en la cual siguen siendo los protagonistas principales los hermanos de pueblos originarios de nuestro Abya Yala.
La expectativa es creciente cada nuevo año, mientras que el trabajo de video y cine va en mejoras con respecto a la dirección, producción, edición y en si todo lo concerniente al mundo del cine, técnicamente no puedo opinar a manera de critico del cine ya que tengo una formación en leyes. Entonces se preguntará usted lector de este artículo que hace un abogado escribiendo sobre cine y video. Pues la respuesta es ciertamente fácil ya que el tópico de este articulo encierra la palabra indígena como sujeto colectivo e individual de derecho desde mi punto de análisis y criterio jurídico, ya que como sabrán algunos de los que han leído alguno de mis artículos anteriores soy defensor de los derechos de nuestros pueblos indígenas, originarios, nativos o como le designen llamar en sus territorios con soberanía de gobiernos centrales y democráticos. Es el caso del Perú donde son llamados comunidades campesinas a nuestros andinos originarios, prefiriendo particularmente detectar a estos pueblos andinos usando el término de comunidades indígenas campesinas o comunidades campesinas indígenas u originarias.
De lo poco que conozco acerca de eventos de video y cine indígena, por referencia de terceros hermanos activistas en esta área cometan que no hace más de un par de decenios mejor dicho casi a fines del siglo pasado que se llevo a cabo por primera vez en 1985 un evento relacionado a cine y video indígena el cual fue llevado a cabo en México llamado Primer Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas esta realizada en Abya Yala parte de Latinoamérica.
Es importante reconocer las categorías que se presentan en el evento como las de largometraje, cortometraje, documental, y animación tan igual al de los festivales comerciales de Hollywood, Bollywood, los no comerciales occidentales o del cine independiente europeo.
Enfocándome en lo mío, deseo comentar que las presentaciones del cine indígenas desde mi particular postura prefiero llamarlos videos indígenas cuentan con un buen contenido en mensaje cultural, social y de propuesta con respecto a la conservación de la naturaleza y medio ambiente. En otras palabras es la presentación de la cosmovisión y parte espiritual por mencionar solo dos cimientos, que en mucho de los casos determinados pueblo indígenas exponen su pensar y el sentir de los sucesos o acontecimientos en las cuales son actores directos sin ser los protagonistas oficiales de determinados actos negativos en las cuales sus tierras sagradas, recintos de culto, animales, espacios de los muertos o ancestros, cultura, costumbres, y otros muchos elementos más se ven en peligro afectados directamente e inclusive violados en sus derechos fundamentales, derechos culturales y derechos internacionales de pueblos originarios o indígenas.
Lo más agradable de este espacio de video son las animaciones, cual desde mi punto de vista es la mejor herramienta de educación propia indígena y formación cultural inicial que atrae la atención de nuestros niños y preadolescentes quienes son el futuro de existencia de nuestros pueblos, quienes no desean perder esa esencia histórica ni riqueza cultural milenaria y todo lo que implica esto en lo social como grupo étnico originario. Se estaría en otras palabras incentivando a la educación propia cumpliendo de manera efectiva en este caso con una de las disposiciones jurídicas internacionales como el convenio 169 de la OIT.
De acuerdo a las múltiples proyecciones de video en la muestra de cine he observado que casi el 50 por ciento de las producciones tiene un enfoque de situaciones y controversias de disputas de derechos y voces de protesta con respecto a la misma situación de sentirse excluido y atropellado en sus derechos colectivos. No deseo ser negativo al decir que no hay otros enfoques, pero dedicaré este artículo a ese casi 50 por ciento de producción por ser de mi interés y es el motivo de la elaboración de este título.
Tengo una postura de acuerdo a los videos indígenas que presentan las situaciones de disputas o controversia en la cual manifiestan la problemática colectiva indígena, ya que se estarían manifestando en video cual es el sentir en situaciones cuando se ven afectados en sus derechos especiales como pueblos indígenas. Creo que estamos frente a una muy buena ventaja de poder utilizar estos medios como un instrumento de prueba o medio probatorio para los determinados conflictos sociales en los cuales dichos casos se viene ventilando en los tribunales y/o se encuentran en pleno proceso judicial. Creo que existe la oportunidad de poder sustentar una posición en estos casos legales en la cual nuestros pueblos indígenas son afectados en sus derechos en las situaciones de conflicto jurídico-social. Entonces nos preguntamos ¿Sería el video indígena un medio o como alternativa de instrumento jurídico?
En otras palabras tienen una opción a manera de peritaje cultural o peritaje sociológico jurídico para hacer uso de su defensa preparando este magnífico material de video que a la vez serviría para poder enriquecer a los jueces y magistrados a tener un mejor y elevado criterio de juzgamiento en los casos en los cuales nuestros pueblos indígenas son parte involucrados como sujetos afectados.
Esto es lo rescatable que puedo denotar de este evento de muestra de cine y video indígena en Colombia llamado Daupará, como mencione en mi participación al final del evento colombiano que esta seria desde mi punto de vista la creación de un archivo de videos que podrían ser tomados como jurisprudencia material o de precedente vinculante en derecho indígena en casos en las cuales se deseen formular defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
Cambiando de libreto con respecto al cine y video indígena deseo resaltar que no toda la producción fílmica se enfoca a temáticas de conflictos sociales, violación de derechos, o simplemente protestas sobre seguridad jurídica; también se hace uso del cine para poder dar a conocer a otros pueblos y naciones no indígenas u occidentales la vida del mundo indígena desde su interior espiritual y cosmovisión. Entre otras la forma diferente de ver las relaciones humanas para con la naturaleza, las relaciones humanas colectivas e individuales al interior, en otros casos sus instituciones sociales como sus autoridades, juntas de ancianos o cabildos, igualmente la forma de administrar justicia ancestral y el ejercicio de derecho propio en sus territorios con jurisdicción especial. Y muchos otros tópicos cuales contribuyen a la construcción de una sociedad plurietnica y pluricultural sembrando nuevos retos y paradigmas en un nuevo siglo XXI a ser evaluados y analizados seriamente por cada uno de los lectores.
Finalmente, lo que me alarma de todo esto en un mediano futuro como defensor de los pueblos indígenas sería que los patrones culturales, usos, costumbres y las instituciones sociales ancestrales se distorsionen o se occidentalicen comenzando a interferir o destruyendo algunos patrones sociales indígenas vivos, todo esto sería gracias a una desatinada conciencia de compromiso comunitario o mala formación de los profesionales indígenas de arte de grabar o filmar en este espacio indígena importante que en estos tiempos provee las nuevas tecnologías de comunicación intercultural llamado video o cine indígena.