¿Quién tiene el derecho de calificar una crisis humanitaria?
By: Wilfredo Chau
w.chau@iricas.org
No entendí en esos momentos el por qué sentí una gran nostalgia
al momento que el avión despegó, más aún al escuchar que los neumáticos de la
aeronave dejaban de rodar sobre la pista del aeropuerto de Maiquetía Simón
Bolívar, dejando atrás como pasado mi agenda de trabajo: derecho propio de
pueblos indígenas y jurisdicción ancestral, y desde otra arista temática en
otro espacio mi trabajo sobre los juegos, juguetes y deportes autóctonos
tradicionales ambos atendidos en este bello país.w.chau@iricas.org
© Wi Cha Información del Ministerio de Salud de Venezuela |
La Venezuela de los sueños, de los retos, la rebelde,
la orgullosa por su pasado económico, la política, la analítica sobre temas de filosofía
política, aquella de los movimientos sociales y de aquellos miles de ciudadanos
preocupados de la realidad caribeña y suramericana; aquella que a pesar de todo
aun sin darse cuenta se va alejando su propia realidad.
© Wi Cha - Plaza Bolívar de Caracas |
Desconozco si en realidad todo esto descrito anteriormente
es producto del pensamiento bolivariano y/o del chavismo como filosofía política.
No deseo definir si es un país de derecha o de izquierda, no pretendo
identificar quienes son maduristas, guaidoistas, chavistas o caprilistas,
porque he tenido la bendita suerte de conocer en esta tierra gente de todas las
sangres, de todos los colores y de toda condición económica; conociendo al
pueblo venezolano y a sus pueblos, interactuando con los grupos étnicos
ancestrales, negros y afro venezolanos y con inmigrantes occidentales y hasta
asiáticos. Me he enriquecido como persona y humano con artesanos artesanas, con
jueces y magistrados, con artistas, con transportistas y taxistas, ambulantes,
abogados, empleados del gobierno bolivariano, con alcaldes, diputados, cantores
y músicos, bailarines y danzantes, poetas, profesores y docentes, universitarios, lancheros y motoristas, diplomáticos y cancilleres, con coronel
de la armada bolivariana, con investigadores y estudiantes de derechos, empresarios
e inversionistas, lindas mujeres trabajadoras comunales, cocineros y cocineras;
jóvenes encontrando su propia identidad, niños y niñas (carajitos) por todas
partes y respetables adultos mayores con quienes trate directamente.
Deseo expresar claramente que todas y todos, absolutamente
cada uno de los mencionados son grandes personas, si hubiera otra palabra más
que expresar digo: excelentes personas cada una y uno.
Un indígena quechua qué ha caminado por este hermoso
territorio venezolano: La Guaira, Distrito Capital “Caracas”, Aragua, Falcón,
Carabobo, que gracias a mis ancestros una vez más supo guiarme y planificar para
mí, encuentros con personas de buen corazón y sano trato; pienso sin ánimo a equivocarme;
que el caminar desde las laderas pobladas de rancherías hasta las colinas de urbanizaciones,
desde las ciudades hasta las parroquias y sus pueblos hermosos y pacíficos; y
por supuesto el caminar por la Cuna del
Libertador, Caracas!.
© Wi Cha - Una mañana en la Guaira |
Si es revolución o no es revolución, no es mi tarea
evaluar, no tengo investidura para catalogar la situación socio política actual
de este gran territorio venezolano, de este gran país.
Pero si puedo dar fe, sin temor a equivocarme, que
Venezuela esta dolida y a la vez preocupada por su situación interna, sin
importarle la opinión externa que se pretenda vender por inescrupulosos en el
extranjero.
© Wi Cha - Mercado de verduras en Valencia |
Soy testigo de los rostros de preocupación, pero a su
vez también, soy fedatario de las sonrisas que todos los días en mi estadía, demostraron compartiendo
esa calidez que brota de ellos en esta hermosa tierra. Nostalgias y recuerdos
de una revolución positiva para todas todos en general he palpado día a día, desde
los oficialistas hasta los que pretenden ser opositores, configurándose una
polaridad social gestando sin querer inconscientemente almas de rivales.
© Wi Cha - Terminal de pasajeros La Bandera en Caracas |
Por todo esto descrito, por lo vivido estas dos
semanas, me permito escribirles con
respeto a
todas todos los hermanos venezolanos en general, que brotan estas líneas desde
lo profundo de mi corazón, no se rindan ni un sólo día; para los de arriba y
los de abajo no pretendan
disociarse porque todos y cada uno de ustedes se necesitan para no dejar
desvanecer ese orgullo venezolano del sitial que ostentaban en el continente;
sea la derecha, la izquierda o del centro queda en manos solo de ustedes la
tarea de crear su fórmula de sanación, armar su Dream
Team,
es obligación de todas y todos para levantar con orgullo su bandera y demostrar
a todo el mundo que ustedes son lo mejor como venezolanos y lo máximo como
Venezuela
cuando
están unidos.
No se siembren odios externos, no busquen culpables
por intención de terceros ajenos, pónganse esa camiseta de vino tinto y caminen
juntos para recuperar el respeto que se merecen como personas, como pueblo y como país, lo escribe sanamente un
indígena peruano qué no busca un color político en su país, más si un interés
ulterior: las condiciones diversas de las personas que por derecho eligen; además
de un interés superior como humanos: respetando sus propias diferencias
culturales, económica y especialmente las políticas.
GRACIAS
A TODA VENEZUELA!